A parte de las particularidades ya mencionadas, el ajo es ideal para eliminar todo tipo de infecciones bacterianas y de virosis, y para curar infecciones causadas por microorganismos como levaduras y gusanos.


Entre sus beneficios nutrimentales podemos agregar que aporta cantidades razonables de magnesio, vitamina B6, B1 y C, selenio, fibra, calcio, cobre, potasio, fósforo y hierro, además debrales comunes como el Alzheimer y la demencia. que sus antioxidantes ayudan a prevenir enfermedades cere

Otro de sus compuestos más benéficos es el ajoene, el cual, junto a la alicina, los tiosulfinatos y una gama de compuestos organosulfurados, contienen importantes propiedades antitrombóticas, antitumorales, antiparasitarias y antifúngicas, según la Revista Iberoamericana de Micología.


El consumo de ajo puede reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como los cánceres de estómago, colon, esófago, páncreas y de seno.

Por su parte, el Instituto Nacional del Cáncer rveela que varios estudios demográficos muestran que existe una relación entre el aumento del consumo de ajo y una reducción en el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como los cánceres de estómago, colon, esófago, páncreas y de seno (mama).


“Los efectos protectores del ajo pueden derivar de sus propiedades antibacterianas o de su capacidad para bloquear la formación de sustancias que causan cáncer, detener la activación de sustancias causantes de cáncer, mejorar la reparación del ADN, reducir la proliferación celular, o provocar la muerte celular”.


Por último, de acuerdo con las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la promoción de la salud en los adultos, una dosis diaria de 2 a 5 g de ajo fresco (aproximadamente un diente de ajo), 0,4 a 1,2 g de ajo en polvo seco, 2 a 5 mg de aceite de ajo, 300 a 1 000 mg de extracto de ajo, u otras formulaciones equivalentes a 2 a 5 mg de alicina, es recomendable para reducir el riesgo de cáncer.


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